En la última reforma laboral denominada "Ley de Justicia Laboral" el punto que ha sido más criticado ha sido la eliminación del 40% del aporte estatal para el fondo pensional del IESS. Resulta curioso que en un país donde la crítica más recurrente es el elevado gasto público dado a una serie de subsidios ineficaces, hoy la crítica sea la eliminación de un subsidio que además resulta regresivo.
Un subsidio regresivo es aquel que aumenta la desigualdad beneficiando en mayor proporción a los que más tienen en perjuicio de los más pobres, en Ecuador los subsididios regresivos abundan ejemplo de aquello son los subsidios a los hidrocarburos como el de la gasolina. En el caso del IESS el aporte del 40% por parte del Estado para financiar pensiones también resulta regresivo pues en Ecuador según el SIS (Sistema de Información Social) solo el 44% de la PEA (Población Económicamente Activa) se encuentra afiliada al IESS, siendo que el 56% que no tiene afiliación alguna es una población marginada y por ende no recibe un subsidio para su pensión a pesar de que sí aporta para aquel subsidio mediante el pago de impuestos ordinarios como el IVA.