Decir verdades a medias también es mentir, este es el caso de los artículos pseudo económicos de Gabriela Calderón. En su último artículo irónicamente titulado "Un Baño de Verdad" publicado en El Universo el viernes 10 de Abril son varias las verdades a medias.
El editorial en mención es una crítica al IESS poniendo como contra partida los sistemas privatizados de ahorro individual para pensión jubilar que existen en: Chile, Colombia, México y Perú. Según la editorialista en estos sistemas las personas deciden en que invertir y la rentabilidad (tasa) de sus ahorros. Esto es falso, la gente escoge entre 3 o 4 perfiles de riesgo que se componen de portafolios de mayor o menor proporción de papeles de renta fija o variable, pero la rentabilidad siempre es establecida por el MERCADO y quienes finalmente deciden que papeles se compran son TECNÓCRATAS cuya “experticia” es el mercado de valores. Es así que no es cierto que los afiliados escogen en que invertir, de hecho casi todos terminan comprando indirectamente deuda pública ya que aquello es una práctica común de los fondos de pensiones privados, incluso algunos analistas creen que su participación en estos papeles también es excesiva mientras otros consideran lo contrario porque la renta variable es más volátil y riesgosa, en una crisis de bolsa las pensiones de miles de personas pueden irse por la borda.
La segunda verdad a medias es denigrar al IESS por ser un monopolio que no tiene competencia. Lo primero que se tiene aclarar es que los fondos de pensiones operan en dos mercados, el primero el que atrae afiliados, en este el IESS efectivamente es un MONOPOLIO mientras que los fondos de pensiones privados son un OLIGOPOLIO, siendo que en ambos casos LA DEMANDA ESTA ASEGURADA POR LEY ya que es OBLIGATORIO que todo trabajador se encuentre afiliado a un seguro de pensiones, por lo tanto no existe gran competencia en ninguno de los dos sistemas. Por otra parte, el segundo mercado es el de colocación de inversiones y en este sentido el IESS tiene mayor competencia que los fondos privados de pensiones, esto se da porque el IESS desde el 2010 a través del BIESS,-su banca de inversión- compite: uno, con la banca privada; y dos, con las cooperativas de ahorro y crédito; es decir compite en el mercado de créditos hipotecarios y en el de créditos de consumo (créditos quirografarios). En Ecuador existen algo más de 20 bancos privados y una cantidad bastante mayor de cooperativas de ahorro y crédito, por lo cual creer que el IESS no tiene competencia que lo obligue a ser eficiente en la colocación de inversiones es errado.
La tercera verdad a medias es manifestar que en el IESS las pensiones no se manejan por un incentivo de ahorro. El IESS otorga mayores pensiones a quienes contribuyeron con un mayor salario y también a aquellos que contribuyeron por más tiempo -hasta el tope de 5.5 salarios mínimos-, pues la forma de calcular las pensiones es el promedio de los cinco mejores años de salarios sobre los que se aporto multiplicado por un coeficiente que va ascendiendo acorde al tiempo aportado. Por ejemplo quienes aportan 10 años tienen un coeficiente de 0.50 y quienes aportan 30 años tienen un factor de 0.75; para quienes aportan más de 40 años el coeficiente puede llegar a ser mayor a 1, es decir que la pensión recibida puede ser incluso más alta que el promedio del salario base sobre el que se aporto. De hecho, el problema del IESS no es que las pensiones jubilares sean demasiado bajas, su problema es el opuesto, las pensiones son en promedio demasiado altas imponiendo como mínimo el 50% del salario básico, lo que puede incidir sobre la sostenibilidad del sistema sobre todo si el salario básico crece por encima de la inflación. En Chile, que es un país bastante más rico que Ecuador, las pensiones promedio del sistema privado son de 316 dólares (197,726 pesos chilenos), mientras en Ecuador según información del propio diario que pública a Gabriela Calderón la jubilación promedio habria estado en 590 dólares para el año 2014.
La cuarta verdad a medias, es insinuar que en Ecuador los jubilados no pueden decidir el momento de su pensión a diferencia de un sistema de pensión privada. Pues lo cierto es que en todos los sistemas pensionales –publicos o privados- siempre existe una edad mínima y una cantidad de aportes mínimos, las personas pueden siempre retrasar o adelantar su jubilación pero siempre en sacrificio de recibir una menor o mayor pensión. En Ecuador quien tiene más de 40 años de aporte puede jubilarse a cualquier edad, y quien tiene al menos 10 años de aporte debe jubilarse solo después de los 70 años. En Colombia por ejemplo recientemente se debatia un proyecto de ley que ponía edad mínima de jubilación para los fondos de pensiones privadas.
La quinta verdad a medias, es manifestar que los fondos privados de pensión han impactado sobre el crecimiento de la economía, pues esto es parcialmente cierto ya que los públicos y específicamente el IESS desde el 2010 también tiene un alto impacto sobre el crecimiento de la economía puesto que el BIESS maneja un portafolio de inversiones que en la actualidad oscila en alrededor de 15 mil millones de dólares - 15% del PIB -, cuya rentabilidad esta en alrededor del 7% anual, por lo cual si existe un principio de capitalización dado por el rendimiento de bonos del Estado, acciones fiduciarias, créditos de consumo y vivienda. Por ejemplo es notorio que el sector de la construcción es el de mayor dinamismo en Ecuador siendo que 7 de cada 10 créditos hipotecarios provienen del BIESS.
Por último es importante mencionar que el IESS sí tiene mucho por mejorar y por ende urge una reestructuración integral del sistema, siendo: aportes, subsidios, cálculo de pensiones, cálculo de edad jubilar y competencia temas medulares del asunto. Todo lo anterior son cuestiones que no pueden tomarse a la ligera en las secciones de “opinión” del los diarios, pues la seguridad social es un tema que nos afecta a todos, siendo esta invención del alemán Otto Von Bismark en Europa y de Franklin D. Roosvelt en Estados Unidos, tal vez el mayor avance institucional de occidente para el desarrollo económico de las naciones ya que ha permitido que las personas no caigan en la pobreza al perder su empleo y no contar con ahorros al adentrarse en la vejez, hecho muy común en el pasado cuando no existían instituciones de AHORRO OBLIGADO para la vejez.
Interesante, este contenido.
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