domingo, 4 de diciembre de 2016

Impuesto a la plusvalía


El 1 de diciembre de 2016, el presidente Rafael Correa, envío por segunda ocasión el proyecto de ley de impuesto a la plusvalía. Con ello, nuevamente se pone sobre el tapete de la discusión política-económica el tema tributario. Lamentablemente, al igual a lo sucedido con el impuesto a la herencia, y cerca de convertirse en una constante cuando se trata de impuestos en Ecuador, el debate carece de rigurosidad técnica sumado a una gran dosis de desinformación por parte de los actores políticos y medios de comunicación. 

Sin análisis alguno, los candidatos de oposición (salvo Paco Moncayo) ya han anunciado que de ganar las elecciones abolirían dicho tributo ignorando que los tributos al valor de la tierra tienen una larga historia mundial. Por ejemplo, en 1879 en el libro “Progreso y Miseria”, Henry George, un economista de corte liberal de la ciudad de Nueva York, argumentaba que la tierra debe ser gravada ya que es un bien que pertenece a la humanidad siendo que no es una creación del hombre por lo que el valor que se extraiga de esta es cuestionable. Su argumento era que la plusvalia de la tierra al no ser producto del esfuerzo propio del hombre, en contraposición al valor que se devenga del trabajo, debería de pagar un tributo. En cuanto a los economistas modernos: Marshall, Samuelson, Friedman, Krugman entre otros, estos argumentan que los impuestos sobre la tierra (bienes inmuebles) son eficientes y no distorsionan el andamiaje de la economía, siendo una fuente correcta de financiación para el desarrollo de las urbes. 

El impuesto a la plusvalía en Ecuador, se ha anunciado con una tasa marginal del 75%, lo que lleva a una gran manipulación política. Esto, debido a que la gran mayoría de la población no entiende como realmente se debe computar el cálculo del impuesto, planteando así la falsa ilusión de que el impuesto sería confiscatorio y por ende tremendamente injusto. 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Reformas educativas en Ecuador, su impacto sobre la eficiencia y la equidad


Introducción 


El gobierno de Rafael Correa ha dado un gran impulso al sector de la educación superior en Ecuador, siendo que el gasto público entre el periodo 2007 y 2015 ha sido de 11,746 millones de dólares.  Dentro de las reformas educativas destacan: la gratuidad de la educación terciaria establecida en la Constitución de 2008, el cierre de 14 universidades catalogadas como de baja calidad educativa llevado a cabo en el año 2012 y el establecimiento de la prueba única de admisión para la educación pública denominada como ENES (Evaluación Nacionalpara la Educación Superior) aplicada desde el año 2012.

La gratuidad de la educación y el aumento del gasto educativo, por una parte, amplían la oferta educativa. Sin embargo, por otra parte, el cierre de universidades y la implementación de una prueba de admisión restringen el acceso a la misma. En dicho sentido, no está claro si la oferta educativa en el periodo 2007-2015 ha aumentado o ha decrecido en términos relativos con la población en edad universitaria y en términos relativos con la proporción de nuevos bachilleres. Tampoco está claro, que tipo de personas son las que están accediendo a la Universidad y sí ha existido mayor equidad tras las reformas implementadas, o si la gratuidad de la educación superior está beneficiando en mayor proporción a los sectores acomodados de la población.

Con el fin de evaluar cuál ha sido el impacto de las ya mencionadas reformas sobre la eficiencia y la equidad se ha procedido a estimar seis modelos econométricos de tipo logístico para estimar cómo ha evolucionado en el tiempo: 1) la probabilidad de culminar el bachillerato, 2) la probabilidad de acceder a la Universidad y 3) la probabilidad de obtener un título de tercer nivel; cada una de estas interrogantes tiene dos versiones de modelos, unos de base y otros que incluyen variables interactivas.  Los modelos se construyen con data del ENEMDU (Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo) y son un pool de datos que toman como año base el 2007, incorporando dos cortes temporales adicionales, en 2011 y el último en 2015.

sábado, 5 de noviembre de 2016

¿Quiénes accederán a la Universidad Pública en Ecuador?

Desde el año 2012, el ingreso a la universidad en Ecuador está condicionado a los resultados obtenidos en el ENES (Examen Nacional para la Educación Superior). Para el año lectivo 2017, se ha establecido que el examen ENES se unificara con el examen Ser Bachiller, el cual servirá como prueba de acceso a la educación terciaria. Anteriormente, el examen Ser Bachiller solo tenía como objetivo ser un parámetro de evaluación de la calidad del bachillerato acorde a los estándares educativos fijados por el Ministerio de Educación. 

La condicionalidad del acceso a la educación universitaria se sustenta en promover la meritocracia. En teoría, solo aquellos estudiantes que obtienen un buen resultado en el examen estandarizado que se toma al finalizar el bachillerato, obtendrían un cupo en el sistema universitario público. No obstante, el rendimiento académico de los estudiantes esta correlacionado con una serie de factores asociados, algunos de estos de origen, lo que determina que dependiendo de ciertas condiciones la probabilidad de éxito académico de los individuos sea distinta.  

Desde el estudio de Coleman (1966) en Estados Unidos, la asociación entre distintos factores asociados y el éxito académico ha sido ampliamente estudiada a nivel mundial por la rama de la economía de la educación. Condiciones como: el sexo, la condición étnica, el lugar de residencia, el tipo de institución educativa, el nivel socioeconómico del centro educativo del bachillerato a la que se atiende, entre otros factores, son determinantes del éxito académico. 

martes, 1 de noviembre de 2016

Evolución de la calidad del empleo 2007-2011-2015


Dado su fuerte vinculo con el bienestar de la población, la evolución del mercado laboral es un aspecto clave dentro de la economía. Cambios en la tasa de desempleo, como cambios en los salarios reales de la población tienen una fuerte correlación con el bienestar.

El gobierno de Rafael Correa dentro de lo que denomina “la década ganada”, destaca como uno de sus logros el fuerte incremento del salario mínimo. El cual, se incremento de 170 dolares en 2007 a 354 dolares en 2015. En términos reales, es decir descontando el nocivo efecto de la inflación, el incremento es menor, 354 dolares de 2015 equivalen a 245 dolares de 2007.

A manera porcentual, el incremento del salario mínimo real ha sido del 43.95%. Una cifra importante pero que no refleja la realidad del mercado laboral. Solo una parte de los trabajadores ganan el “salario mínimo”, o más. Esto claramente se refleja en el indicador de “empleo adecuado”, el cual no supera el 50% del empleo total y no ha variado en manera ascendente a lo largo del tiempo. Esto, ha llevado a que opositores políticos como el banquero Guillermo Lasso hablen de la “década perdida” en materia laboral.

domingo, 3 de abril de 2016

Reforma Tributaria, políticas que ignoran el contexto

Para el gobierno de Rafael Correa la definición más clara de cómo entiende la economía es bajo el concepto de: "ciencia de los incentivos". La ultima reforma tributaria lo devela en gran forma. Sin embargo, el proyecto de ley también evidencia que el gobierno ignora que Ecuador está inmerso en el mundo y que sus políticas deben también acoplarse al contexto que lo rodea para que sean costo eficientes.

En este cuerpo legal se da paso, nuevamente, a un aumento en los impuestos a ciertos bienes que pueden considerarse como nocivos para la salud: cigarillos, alcohol y bebidas azucaradas. Conceptualmente es adecuado gravar en mayor magnitud los productos que puedan generar externalidades negativas, lo que se conoce como impuestos piguevianos. Por ejemplo: en el caso del cigarrillo, este se asocia con enfermedades de índole respiratoria, para los fumadores pero también para los fumadores pasivos.

Adicionalmente, en un país en donde la salud es pública, entiéndase es financiada con impuestos, los hábitos no saludables de terceros le cuestan a todos, por ende es eficiente que exista un impuesto al consumo de cigarillos. Este en parte mitiga su consumo, lo que reduce la probabilidad de que fumadores y fumadores pasivos se enfermen, lo cual a largo plazo le cuesta menos a la sociedad. Pero también por otra parte, grava en mayor magnitud a aquel sujeto que actúa como un polizón en el sentido económico, al considerar que sus malos hábitos de salud le cuestan a terceros sin que este pague por estos en la proporción necesaria, por lo cual es lógico que exista un mecanismo para que tribute en mayor cuantía.